top of page

Una oda a mi equipo

  • Writer: Valeria S. Acevedo Argüelles
    Valeria S. Acevedo Argüelles
  • Feb 20, 2023
  • 3 min read

Hubo un momento en los últimos días en donde me sentía, en simples términos, bleh. Fue un feeling que me duró al menos dos a tres días, en donde despegarse de la cama se sentía como la tarea más difícil del mundo. Tenía tantas cosas que hacer que al fin y al cabo terminé paralizada, sin hacer ninguna de las cosas que me había propuesto completar esos días.


Poco a poco, me fui levantando. Fregué, acomodé la ropa, limpie mi cuarto. Me vestí. Me puse bien belle. Salí y tomé un poco de sol y aire fresco. Paulatinamente, paso a paso, volví a sentirme como los sabios versos de Gloria Trevi: “Y todos me miran, me miran, me miran / Porque sé que soy linda, porque todos me admiran”. Toda una diva.


Ese día el fotógrafo del grupo, Fernando, y yo fuimos al correo de la 65 Infantería a buscar los rollos. Luego, fuimos a tomarnos un café y a trabajar. La tarde se sentía tranquila, como si finalmente hubiera entrado en contacto con la serenidad del mundo que se encuentra fuera de mi cabeza. Más adelante, leí el poema que publicó Pat en el blog, “Una voz”. Inmediatamente, le escribí para decirle lo mucho que me había encantado.


Y no sé. Esa noche me puse a reflexionar sobre mi día, o mejor dicho, los pasados días, o mejor dicho, mi vida. ¿Por qué se me hace tan difícil aceptar los sentimientos incómodos, los pensamientos decrépitos e irracionales? Recordé que encontrar paz conmigo misme requiere aceptar lo lindo y lo feo. Los momentos en los que me siento como Todos me miran de Gloria Trevi y los momentos en los que me siento como Moon Song de Phoebe Bridgers.


No pretendo romantizar mis penas, sin embargo, me puse a pensar en el proyecto. Pensé en mi vida antes de conocer a todas las personas tan lindas que he conocido aquí. En las entrevistas. En la Calle Loíza. No es fácil enfrentarse a las injusticias que encontramos en las entrevistas, en nuestro caso, y mucho menos vivirlas, en el caso de los sujetos. Pero ante todo el estrés, he tenido muchas memorias bien chulas. Pienso que el día que entrevistamos a Lester Nurse fue un día increíble, no solo por lo extraordinario de la entrevista misma, sino por la manera en que conectamos como equipo.


Recuerdo que al leer el poema de Pat, me pregunté cuál sería la voz de la Calle. ¿Qué me ha dado la Calle? ¿Qué preguntas le haríamos Pat y yo? ¿Cuál fuera su rostro dentro de los perfiles Las Caras Lindas? ¿Qué detalles viera Fernando en su rostro, por ejemplo? ¿Qué contexto brindaría Joanne? ¿Qué se cuestionaría Elidio?


Y digo todo esto para decir que aprecio mucho a las personas con las que trabajo. Es este aprecio el que me llevó a escribir una canción. Aunque la canción es dirigida a la Calle, son preguntas que se me han formulado sobre mi equipo también. Los veo a ellos vivamente en mis memorias de la Calle. Conocer a la Calle fue conocerlos a ellos. Y no tan solo a ellos, sino a muchas personas. A los sujetos que hemos entrevistado. A los músicos de la Casa de la Plena. Incluso a las amistades que me he encontrado en las ferias de la Goyco, como a Clara García. Esta gente construye mi cara de la Calle, el perfil. La canción es para todes, porque dentro de mis días bleh, recuerdo que hay bastantes cosas muy lindas en mi vida también—y tanto lo lindo y lo feo se complementan para formar quién soy.





de cara a la calle

usualmente

no escribo de estos temas

pero pues

ya la mente

me suplica

quiere conocerte


por favor: ¿quién eres?


¿unos postes?

¿colección de carros circundantes?

¿una madre?

¿la sonrisa de un extraño?

¿las mil luces a mi lado?


¿vendida, perdida?

¿cómo estás?


¿es acaso un café

el precio de

tu confianza?

¿acaso aquí encontraré

un sentido de

templanza?


una foto, un alfiler

compás, aliento del ayer


¿amiga, la vida

cuándo se te irá?


busco entre los extraños

siete mil rumores de ti

persistencia de un espacio,

de memoria, de marfil

veo tu boca, veo tus ojos

perceptibles, veo tu rostro

ante mí

pisoteando, caminando,

ando y ando

y llego a ti


te revelas ante mí

con sosiego de mártir


 
 
 

Comments


bottom of page